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miércoles, 25 de enero de 2017

Crónicas Misionales

8 GUIAS ESPIRITUALES PARA MAESTROS DE RECTITUD

POR EL ELDER GENE R. COOK

(CON EL FIN DE AYUDAR A LOS MISIONEROS A TRAER FAMILIAS AL REINO)




1. No tan solo enseñará el maestro la verdad, el Espíritu del Señor le acompañara al maestro y a la verdad (Doctrina y Convenios 50:17-22). Ambos deben estar sujetos a la confirmación espiritual en cualquier momento. El maestro no enseñará sin autoridad tampoco hablará independiente por si mismo, sabiendo que aun hasta los más elegidos se les puede engañar (Mateo 24:14)

2. El maestro estará de acuerdo con las Autoridades Generales como un grupo y también con los líderes locales, sabiendo que ellos son los faros de seguridad. Tendrá deseos de seguir y conformarse a sus enseñanzas y ejemplos en todas sus declaraciones espirituales y temporales, sabiendo que El Señor les da el don de discernimiento (Doctrina y Convenios 46:27). No se quejará ni criticará ni murmurará a los ungidos del Señor, sabiendo que tal práctica es una señal de apostasía personal.

3. El maestro de rectitud enseñará de las santas escrituras y enseñará lo que es enseñado y confirmado por el Espíritu Santo (Doctrina y Convenios 52:9). No “enseñará como doctrinas, los mandamientos de los hombres” (H-JS 1:19). No mezclará la historia y opiniones de los hombres con las escrituras ni tampoco gastará tiempo de instrucción religiosa en el enseñar de las filosofías del mundo, así dando a lugar a las ideas de Satanás. No enseñará “doctrinas” sobre las cuales el profeta del Señor no ha hablado (Doctrina y Convenios 28:2-3). Sabe que las escrituras guían a la persona a la fe en el señor y al arrepentimiento, que traen consigo un cambio de corazón (Helamán 15:7; Alma 37:8).

4. El maestro enseñará de sencillez, de acuerdo con las necesidades de su pueblo, doctrinas básicas tales como la fe, arrepentimiento y oración, cuales todos los hombres – todos los hombres - pueden aplicarse (Doctrina y Convenios 19:31; Alma 26:22). No exagerará por enseñar en áreas por el borde, por explicar las escrituras en una forma mala ni por enseñar las doctrinas extremadas de ningún principio, como oraciones desmedidas, doctrinas falsas acerca del Salvador o de Adán, ni extremos de dietas, ni políticos. Recordará que Satanás obra por los extremos. Sabe de la exactitud de las doctrinas del Señor, pero también de la moderación “en todas las cosas” (Doctrina y Convenios 12:8).

5. El maestro enseñará de la luz del día (Mateo 7:15, 18-19). No hablará de doctrinas secretas, de grupos secretos selectos ni de ordenanaciones secretas (Jacob 4:13; D y C 42:11). Cualquiera que hable estará en vista de la gente. Sabe que las doctrinas y ordenaciones están sujetos a la vista clara de los Santos.

6. El maestro tratará a todos quienes enseña como a sí mismo, sin estimarse a sí mismo más que a su hermano (Jacob 2:17). Buscará excelencia ante el Señor, sin exaltarse arriba de sus compañeros en la obra (Doctrina y Convenios 58:40-41). Sabe que “Nadie es aceptable a Dios sino los mansos y puros de corazón” (Moroni 7:44).

7. El maestro de rectitud se afanará por glorificar al Señor. Se rehusara el asumir cualquier gloria a sí mismo. No practicará supercherías sacerdotales – es decir, predicar y alzarse como una luz al mundo para ganar la gloria de los hombres (2 Nefi 26:29; Mosíah 18:26). Será predicador de rectitud. Al hablar claramente contra el pecado, teniendo la mira puesta únicamente en la gloria de Dios, no a ganancia personal, honor ni popularidad de entre los hombres. Sabe los afanes del mundo dejan abierta la puerta hacia la apostasía.

8. El maestro mismo estará en el proceso de arrepentimiento personal, constante y continuo (Moroni 8:26). Será el ejemplo de mansedumbre, caridad, motivos puros y dependencia al Señor. No tan solo estará enseñando las doctrinas sino aplicándolas (Doctrina y Convenios 41:5; 52:15-16). Después de todo, será claro a quien representa.





En resumen, pues, ¿Cómo guarda una persona de caerse, como unos, hasta enseñar y vivir semi-verdades? ¿No es por mantener su propia espiritualidad? Entonces, ¿Qué es espiritualidad? ¿Es sabiduría, conocimiento o aprendizaje académico? Quizás más que nada es una condición sin fin, purificadora del corazón. Es la mira puesta únicamente en la gloria de Dios. Es un corazón quebrantado y un espíritu contrito (3 Nefi 9:20; DyC 136:32-33). “Es integro propósito del corazón”.

Mientras he tenido la oportunidad de estar con los hermanos, la característica distinguidora que se encuentra en cada uno de ellos, tal como otros líderes espirituales, es un deseo intenso de tomar sobre si el nombre del Señor con “integro propósito del corazón”, un deseo de servir al Señor sobre todo, cualquiera que sea la pena (DyC 18:27-28, 38).

No debería sorprender ver que los requisitos del Señor para servirle en llamamientos de la iglesia son condiciones del corazón (DyC 4; DyC 12:8; DyC 41:11), ni tampoco que el Señor ha dicho, “Juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones” (DyC 137:9).





Hermanos y Hermanas, ningún Santo de los Últimos Días se desviaría si siguiera el consejo del Señor y de sus siervos. Testifico que si un hombre mantiene su espiritualidad orando sin cesar, estudiando y escudriñando las escrituras, obedeciendo a los líderes No será ENGAÑADO.


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