MENSAJE DE HERMANA ANDERSON
LA TEMBIJOKUAI AGOSTO 2001
Procura obtener mi palabra
"...Más atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida..."
Las "palabras de vida" a que se refieren en D. y C. 84:85, son las escrituras. Al estudiar diariamente El Libro de Mormón; espero y oro que cada uno de ustedes esté haciendo lo mismo. Creo firmemente en la promesa escrita en la Liahona concerniente al estudio personal del Libro de Mormón. (Noviembre 1986, Pag.7).
"Encontrará más grande poder para resistir tentación. Encontrará el poder de evitar decepción. Encontrará el poder para quedarse en el camino angosto y estrecho".
Compartiré una historia que da mucho que pensar de un jefe Scout de Nuevo México. Como un joven, nunca leí ni estudié mucho las escrituras, aunque asistí a Seminario por 4 años.
El segundo día de mi misión, mi compañero y yo estábamos charlando con un hombre que no quería escuchar del evangelio, y solamente quería discutir usando la Biblia para basar su argumento. Siendo yo un misionero nuevo con mucha fe, cerré mi Biblia e hice una oración en silencio sabiendo que mi Padre Celestial me ayudaría a encontrar la escritura perfecta para esta ocasión.
Al terminar mi oración, abrí mi Biblia otra vez y puse mi dedo en la pagina, seguro que sería un pasaje perfecto para frustrar a nuestro torturador. Al mirar mi Biblia, encontré la pagina BLANCA...
COMPLETAMENTE BLANCA.
La pagina blanca se trataba de el cuadro para notas personales. Esta fue la lección para mi que el Espíritu Santo no puede traer a mi memoria algo que nunca había conocido primeramente.
Elderes y Hermanas primero procuren obtener la palabra, y entonces será desatada su lengua; luego, si lo desean, tendrán mi Espíritu y mi palabra, si, el poder de Dios para convencer a los hombres.
Pensando en ustedes con amor.
Hermana Anderson
Agosto 2002
"Encontrará más grande poder para resistir tentación. Encontrará el poder de evitar decepción. Encontrará el poder para quedarse en el camino angosto y estrecho".
Compartiré una historia que da mucho que pensar de un jefe Scout de Nuevo México. Como un joven, nunca leí ni estudié mucho las escrituras, aunque asistí a Seminario por 4 años.
El segundo día de mi misión, mi compañero y yo estábamos charlando con un hombre que no quería escuchar del evangelio, y solamente quería discutir usando la Biblia para basar su argumento. Siendo yo un misionero nuevo con mucha fe, cerré mi Biblia e hice una oración en silencio sabiendo que mi Padre Celestial me ayudaría a encontrar la escritura perfecta para esta ocasión.
Al terminar mi oración, abrí mi Biblia otra vez y puse mi dedo en la pagina, seguro que sería un pasaje perfecto para frustrar a nuestro torturador. Al mirar mi Biblia, encontré la pagina BLANCA...
COMPLETAMENTE BLANCA.
La pagina blanca se trataba de el cuadro para notas personales. Esta fue la lección para mi que el Espíritu Santo no puede traer a mi memoria algo que nunca había conocido primeramente.
Elderes y Hermanas primero procuren obtener la palabra, y entonces será desatada su lengua; luego, si lo desean, tendrán mi Espíritu y mi palabra, si, el poder de Dios para convencer a los hombres.
Pensando en ustedes con amor.
Hermana Anderson
Agosto 2002
Crónicas Misionales
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